"La atención plena nos apoya a conocernos"
"Que la curiosidad le gane al miedo" medita amigo
Algo a lo que invito a los participantes de las sesiones de atención plena que tengo el gusto de facilitar; es a darse cuenta durante la práctica, que la atención plena es una oportunidad maravillosa para auto-conocernos. Por supuesto que hay diferentes prácticas que pueden ayudar a conocernos a fondo.
El acto de regalarse unos minutos al día a detenerse para conectar con ustedes, realizando la práctica formal (meditación), les permite darse cuenta de muchas cosas de ustedes. Quizá en la mente de algunas personas quieren que el facilitador les dé la respuesta de que van a conocer de si mism@s, en este caso la respuesta la van encontrar en su práctica personal y no en el facilitador.
El facilitador no puede hacer ese viaje de auto-conocimiento por ustedes, el facilitador sólo aporta los señalamientos básicos para que tomen el camino (y estará al lado del camino para orientarte), cuando los practicantes piden apoyo, tienen dudas sobre la práctica, y después de eso, permite que los participantes continuen su viaje por la carretera de su vida invitándolos a practicar la actitud de la confianza (una de las 7 actitudes básicas del mindfulness).
Obviamente al entrar en silencio durante la práctica y comenzar a profundizar en ésta, encontraremos en nosotr@s muchas cosas que nos agradan y muchas cosas que nos desagradan, heridas personales, situaciónes que guardamos en el clóset etc. Esa es una de las tantas respuestas del por qué las personas no hacen prácticas contemplativas como lo puede ser la atención plena; comienzan unos días y de repente encuentran miles de pretextos para no volverlo a realizar.
Hay que decirlo como es, da miedo encontrarnos en silencio y comenzar a mirarnos a fondo, da miedo ver la oscuridad que puede haber ahí, sin embargo lo puedo afirmar, vale la pena intentarlo, vale la pena el viaje del auto-conocimiento, les puede aportar la oportunidad para integrar esa oscuridad en luz.
En esos desiertos que vamos atravesar durante el viaje (no solo carreteras jaja), está el crecimiento personal, está eso a lo que le llaman espiritualidad (para los interesados en eso), no la que te venden todos los días en retos de 21 días. La atención plena es una práctica de vida y al ser eso, se práctica diariamente mientras la vida lo permita.
La invitación que les hago a las personas que comienzan el viaje con la práctica de la atención plena como apoyo y acompañante es la siguiente: "Que la curiosidad le gane al miedo". Si te mantienes curios@ y esa curiosidad es más grande al miedo de entrar en quietud y silencio, en el camino, poco a poco (paciencia y amabilidad) quizá se den las condiciones para que los encuentre a ustedes el verdadero tesoro que late en el interior de tod@s. No es un tesoro en oro o dinero, eso si te lo puedo asegurar.
Además de ser curios@s, les invito a recorrer el viaje sin expectativas, sin buscar llegar a una meta, sin tratar de llegar algún lugar, ni hacer nada especial, curiosamente cuando menos busquen resultados o encontrarse con algo más, les encuentran las bondades del viaje.
Por último, si realizan la práctica y permiten que los acompañe en la vida, ustedes mism@s se darán cuenta que la atención plena estará para ustedes mientras respiren, la atención plena como un apoyo en el viaje de eso que llamamos vida.

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