La vida, el ajedrez y la atención plena
En una meditación mindfulness matutina, de las que tengo el gusto de regalarme diariamente, surgió en la intuición de mi templo, una creación, lectura reflexiva, que con gusto comparto con ustedes. Para todos aquellos aficionados, apasionados, amantes y jugadores de ajedrez. Y para los que no les gusta, ni lo han jugado, también. Ya que como lo dijo un gran maestro de ajedrez, (no es cita textual letra por letra): "El ajedrez es la vida". Incluso hay un bello poema de Jorge Luis Borges dedicado a este juego y que podemos llevar a la vida.
Y es precisamente haciendo una analogía del juego de ajedrez con la vida y la atención plena, que ha surgido en el silencio y quietud en su servidor, esta lectura, como una invitación más. Y el contenido de la invitación dice:
Puedes creer y etiquetarte a ti.
Si, etiquetarte a ti mism@.
Que en la vida como en el ajedrez, eres un peón, caballo, alfil, torre, reina o rey.
La lección numero 1 del juego antes de la apertura es; eres el juego completo.
El tablero, las piezas, el material del tablero. La totalidad.
Eres vida y no una pieza solamente.
Al sistema actual le encanta etiquetar, encasillar, enumerar, el juego de roles o piezas.
No te identifiques como una pieza o rol más.
No te ataques a ti mism@ de esa manera.
Eres vida.
En atención plena mueves la pieza e intuitivamente sabes qué pieza del juego será.
Sin importar su color o línea.
En silencio y quietud llegará la creatividad, para entregar el mejor movimiento, en el juego de la vida.
Independientemente que estés en la apertura, el medio juego o el final.
En atención plena la visión de cada movimiento y todos, será más profunda y amplia.
Así como en el juego, en la vida.
En atención plena te darás cuenta que mientras juegas a la vida como al ajedrez.
Llegan de visita emociones, pensamientos, sensaciones y más.
El jugador gran maestro sabe que es parte de la vida.
No lucha contra estos visitantes.
Se da cuenta que muchas veces no lucha contra un oponente, sino contra sí mismo.
En el juego se juzga.
En el juego se ataca.
En el juego se sobreanaliza.
Dándose cuenta que muchas veces no jugó de amigos.
Sino de enemigo, de sí mismo.
Aprende.
El gran maestro, sabe que en la vida no solo hay 64 casillas.
Juega en el tablero universal.
Que aún no se ha podido medir.
Esa es la medida de sus posibilidades en cualquier situación.
Es sabio para saber cuando cierra su posición y cuando la abre, la expande.
Sabe que luchar contra las negras y blancas de la vida es perder.
Sabe que fluir el movimiento con las negras y blancas de la vida es ganar.
Curiosamente es ganar vida.
Y sabe, cuando ya ha vívido en el tablero de la vida y se reconoce como vida.
Puede entregar en cualquier momento, las piezas, el tablero y las casillas.
En el momento que la vida misma detenga el reloj del juego.
Confiando que se transformará en otra forma de vida.
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