¡Milagro!
La vida creándose a si misma.
La vida cambiándose a si misma.
Transformándose.
Movimiento a movimiento.
Siento esto.
Escucho aquello, dándole la bienvenida.
Veo dentro y afuera.
Camino y corro.
Respiro y suelto.
No doy nada por hecho.
Me detengo.
Mirando.
Sintiendo.
Escuchando.
Oliendo.
Saboreando.
La vida se crea y se transforma en si misma.
Escuchando al pájaro cantando.
Las nubes atravesando el cielo.
El agua fluyendo.
Los árboles danzando con el viento y en el siguiente momento quietos.
En un momento el sol, en otro momento la luna.
La vida es un milagro.
Ya no doy nada por hecho.
Agradezco por estar aquí y ahora.
Lo que sucedió ayer, ya no le dedico tanto espacio-tiempo y energía.
Si merece ser llorado, se llora.
Si merece ser reído, se ríe.
Al ayer, lo dejo ir.
Lo que mañana suceda. ¿Acaso existe hoy?
Solamente en la mente. ¿Dónde es eso?
Un misterio para mi.
¡Contento en el ahora!
Sí, ahora.
Ahora respiro.
Ahora huelo.
Ahora siento.
Ahora camino.
Ahora escucho.
Ahora saboreo.
Ahora escribo.
El ahora en si, ya es un milagro de la vida.
Ya no doy nada por hecho, ni para mañana, ni para ayer.
Suelto, no me pertenece.
¿Y qué me pertenece?
Nada. Aunque la mente me quiera hacer creer que sí, a esa necia la abrazo con cariño.
Vivo la vida y suelto, nada es mío.
Disfruto el viaje, la vida no me asegura el siguiente respiro, el siguiente latido, el siguiente sueño.
Recibo la vida sin aferramiento, ya que no me pertenece, ni es de nadie.
La vida es un milagro para ser vivida y ser transformada cuando llega el momento.
El milagro es la vida, en si, para si y por si misma.
Correo electrónico:
meditamigomedita@gmail.com
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