"El mindfulness en mi vida"







Todo comenzó desde el año 2015, era una época en mi vida con muchos cambios, nuevo empleo, nueva relación de pareja, nuevos retos profesionales. Eventualmente pasaron los meses y la ansiedad comenzó a expresarse en mi cuerpo, de pronto un día en mi trabajo, sentí que no jalaba el suficiente aire (cuando en realidad era todo lo contrario, estaba hiperventilando), que me mareaba, el corazón con taquicardia palpitando intensamente y una sensación inminente de desvanecimiento, sudor frío, etc. Afortunadamente enfrente de la oficina donde trabajaba había un hospital, al cual me dirigí y después de varias revisiones, los médicos me dijeron que el corazón se veía bien, que ya estaba controlado, que era muy posible que estuviera bajo estrés. En ese entonces no sabía que existían los ataques de ansiedad. Después de ese primer evento prácticamente sufría el mismo tipo de ataques cada semana a veces cada dos semanas. Comencé a ser conocido en el hospital. Prácticamente paso el 2015 y parte del 2016 y yo no me sentía bien, de repente me sucedía y después pasaba tiempo y nada. Obviamente eso afectó mucho mi productividad en mi empleo de ese entonces, afortunadamente encontré mucha comprensión de mi empleador y me daban mi espacio para resolverlo. Comencé a tomar pastillas de homeopatía para calmar el estrés pero no veía una sanación real, sólo alivio. El día en el que caí con un ataque de pánico que es más fuerte a un ataque de ansiedad en una unidad de emergencia con la tensión arterial muy alta, eso ya fue algo más aparatoso, que despertó mi atención a la observación de síntomas de una manera muy obsesiva, solo esperando el siguiente ataque de ansiedad. Por lo que se volvió un tormento diario vivir a la espera del siguiente ataque de ansiedad. Ese día después de que los médicos me estabilizaron, las enfermeras de la cruz verde me propusieron hablar con el psicólogo en turno. Un hombre joven y muy calmo que me dijo, debes de estar bajo mucho estrés pero necesitas trabajarlo, aprende a fluir con lo que sucede y te recomiendo que hagas paseos caminando todos los días eso te va ayudar. Aquella palabra "fluir" despertó en mi mucha curiosidad.

Decidí asistir a psicoterapia donde recibí mucha ayuda de la profesional para entender que lo que me sucedía, parecían ataques de ansiedad recurrentes; y comenzar a conocerme mejor, conocer mis pensamientos y mi cuerpo, con ejercicios de respiración y otros ejercicios.

A quien este pasando por este tipo de ansiedad le puedo recomendar ampliamente que asista a psicoterapia, puesto que la encontré necesaria para mí. Ahí me di cuenta que los ataques de ansiedad son originados por pensamientos fatalistas que llegan a la mente, resultado de ideas rumiantes a un futuro incierto, que no existe, pero tú crees que es posible y eso desemboca en ataques de ansiedad, y si se intensifica puede convertirse en un ataque de pánico. Mi mente estaba todo el tiempo en modo supervivencia, tratando de adelantarse a un montón de historias que me contaba todos los días, de eventos que creía que podían suceder, cuando en realidad jamás sucedían.

Paso el tiempo y la psicoterapia hizo lo suyo, bendita sea. Seguía sintiendo que podía auto conocerme más y profundizar en mi persona, comencé ejercicio regular, seguía con mi psicoterapia y comencé a notar mejoría. Y fue hasta el 2019 cuando notaba que la ansiedad seguía haciéndome sus visitas regulares, ya no tan fuertes, pero quería conocerla más a fondo, y de alguna manera seguía teniendo esa curiosidad por encontrar que había mas a fondo en mi persona y que la ansiedad me pudiera hablar por medio de mi cuerpo y mente. Y fue cuando un Septiembre del 2019 leí en un artículo por primera vez la palabra mindfulness (atención plena), y al navegar cada vez más al día, leyendo artículos y tratando de aprender.

Cuando de repente me encontré con Libera mindfulness, en la ciudad de Guadalajara México, y ahí aprendí a meditar desde cero con mindfulness, como tema principal del curso de 6 semanas. Me enamoré de la práctica formal e informal de meditación y de ahí mi vida cambió, la meditación mindfulness es la mejor amiga que tengo para aceptar el momento presente como vaya llegando y aprender a fluir como me lo dijo aquella primera vez el psicólogo. Trabajé en auto conocerme de una manera muy profunda y hacer de la meditación mi mejor amiga y ella me enseñó que, la ansiedad, el miedo, la tristeza, la depresión, la alegría, el éxito o el fracaso son amigos que te visitan y que sólo hay que observarlos, vivirlos, sin negarlos y eventualmente pasarán por que no hay nada permanente; abrazarlos con atención cariñosa y eventualmente terminas haciendo una tregua con todos ellos, se hacen tus amigos y maestros. Ya no luchas por controlar tu vida sino te dejas fluir como el agua con la vida. Aprendes las actitudes de saber dejar ir, de saber cuidar de ti, de darte un espacio cuando llega el estrés de visita. Cuando aprendes a tratar de vivir el estilo de vida de mindfulness aprendes que no eres tus pensamientos, ni tus emociones, sino que son visitantes a los que hay que observar y aprender de ellos, sin engancharte y sin controlarlos o tratarlos de erradicar; el enfoque de la práctica es darles la bienvenida y aceptarlos, tratando de vivir en el momento presente lo más que puedas. Suena fácil pero no lo es, si algo me ha enseñado la práctica del mindfulness es que es un estilo de vida que se realiza todos los días para poder arraigarlo en el ser, es trabajo diario.

Después mi camino me llevo a comenzar retiros de silencio, es una muy buena oportunidad de profundizar en la práctica formal de mindfulness y a seguir conociendo el silencio, y lo que este puede aportarte en el camino de autoconocimiento. Desde aquellos tiempos presentes y hasta estos días, me dediqué a profesionalizar mi conocimiento, de modo que continué mi educación y mi práctica formal: primeramente como alumno en el curso de reducción de estrés basado en mindfulness, el cual me ayudo mucho y me animó más para dedicarme de tiempo completo a la meditación mindfulness, hasta el punto en que continué mis estudios para graduarme como facilitador de mindfulness y convertirlo en mi vocación de vida.

El día de hoy cada vez que puedo comparto una guía de meditación con mis conocidos y mis desconocidos, invitando a todas las personas que quieran aprender mindfulness, a que lo intenten. Este camino del mindfulness me encontró a mi, la vida me fue llevando a este hermoso estilo de vida que les recomiendo, que hoy en día con las prisas del mundo y que todo lo piden para ayer, la mejor amiga que pueden conocer es la meditación y que si hacen del mindfulness un estilo de vida, no se van a arrepentir, al contrario, los ayudará como un buen amigo o amiga en su día a día, a conocerse mejor y cada camino de meditación es único, sigan su propio camino, dense un espacio para ustedes, mediten, conózcanse a ustedes mismos; será la mejor inversión que pueden hacer en su vida y encontrarse con la conciencia plena en ese camino, vale la pena. Cultiven mindfulness y naveguen por ustedes mismos en su ser interior, esta es sólo una parte de mi historia, pero estoy seguro que su historia también es muy importante para contarla y mi invitación final es: no importa que creencias tengan, hay muchos mitos que las personas cuentan a veces por desconocimiento de la meditación o el mindfulness, la invitación y el reto es a que ustedes lo descubran por si mismos.

La mejor inversión que pueden hacer en su vida es dedicarla a auto conocerse y entrar en su ser y este es uno de los muchos caminos que les propongo, por supuesto los dejo que elijan el suyo propio, invitándolos a meditar mindfulness juntos el día que ustedes gusten y lo conozcan por ustedes mismos, y si ya lo conocen, también meditemos juntos. Siéntanse libres de escribirme todos los interesados en esta hermosa práctica y estilo de vida que con mucho gusto la compartiré con ustedes.


correo electrónico: meditamigomedita@gmail.com





Comentarios

Entradas más populares de este blog

"Los amigos, silencio y quietud"

La vida, el ajedrez y la atención plena

Mindfulness: A las personas que vivimos en ciudad, la invitación es a meditar con ruido o sin ruido.