"Mindfulness y Duelo en la Vida Diaria"

En una meditación mindfulness matutina, de las que tengo el gusto de regalarme diariamente, surgió en la intuición de mi templo, una creación, lectura reflexiva, que con gusto comparto con ustedes. Para todos aquellos aficionados, apasionados, amantes y jugadores de ajedrez. Y para los que no les gusta, ni lo han jugado, también. Ya que como lo dijo un gran maestro de ajedrez, (no es cita textual letra por letra): "El ajedrez es la vida" . Incluso hay un bello poema de Jorge Luis Borges dedicado a este juego y que podemos llevar a la vida.  Y es precisamente haciendo una analogía del juego de ajedrez con la vida y la atención plena, que ha surgido en el silencio y quietud en su servidor, esta lectura, como una invitación más. Y el contenido de la invitación dice:                                                               ...

Dos amigos del yogui y el meditador.  Unidos, sentados.   Quietud, invita a dejarse arrullar en brazos.   Brazos firmes y tiernos.   Quietud permite abrazar la ansiedad.  Se funden en aceptación, quietud. Aparece el amigo incomprendido. Es vivido, no entendido. Le llamo Silencio. Unos no lo soportan. Otros creen, que es un aburrido. El ego le teme. Espacioso, universal. Silencio es amorfo. Se viste de desierto. Otra veces de tierra fértil. El corazón entra en la danza. Silencio lleva el espejo que no miente. Muestra imágenes del peregrino. En el baile de las máscaras, las retira, les desnuda. Si abres los brazos, el amigo silencio acompaña.  Silencio no adula.  ¿Crees conocerlo?, ¡sorprende! El inteligente lo desconoce. El sabio le experimenta. Ya lo dijo el místico, es el lenguaje de Dios.  Experimentado y no entendido. Sin esperarlo, los tres amigos se entregan.  Silencio-quietud-soy.